Esposa, señora, cónyuge o como desee la sociedad llamarla.
Prefiero referirme a mi compañera de vida, mi alma gemela.
Cuantos instantes y eternidades hemos compartido y aún tendremos...
que puedo decir ?
nada y todo.
No necesito proferir palabra alguna refiriéndome al ser que
se ha despojado de todo para vestirme,
que dejó sus tiempos para dármelos,
y me infunde vida con su sonrisa cósmica, ya que en su sonido
uno viaja a través de mundos de alegría.
Compañera de viaje,
un eterno ir y ningún retorno.
Recorremos la misma senda aunque a veces parece
que fuéramos por carril diferente, pero nuestra llegada
será juntos, al mismo tiempo, acompasando nuestras energías,
fusionándonos en un solo átomo que detonará nuestra grandeza
convirtiéndola a ella en un sol y a mi en su resplandor.
nesmel
(diciembre 2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario