Una flor puede ser una explosión de color
o un océano de exquisito perfume.
Una palabra de amor o una triste despedida;
un instante o una eternidad.
Explendida arquitectura que aún cuando se seca
es maravillosa y misteriosa.
La manifestación suprema del Arquitecto de la vida,
un universo dentro del vasto cósmos.
Sabiduría insondable, solo revelada a los pocos que
solamente la observan y se regocijan en ella.
No está separada de mí...
yo soy ella y me fundo en su realidad,
solo necesito un instante de conciencia;
el darme cuenta que no hay dos,
solo somos uno; la flor y yo.
nesmel
(abril 2012)
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